grabados rupestres

donde se unen la tierra y el cielo

donde se unen la tierra y el cielo
En La Palma, la arqueología y la astronomía han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, para coincidir en una misma dirección, interrelacionando las observaciones hasta confirmar la importancia de los atros entre los antiguos habitantes de Benawara.
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)

"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).





miércoles, 10 de diciembre de 2008

¿Hacían ciencia los antiguos canarios?

Tanausu, cuadro de Horacio Concepción

Los primeros estudios realizados por los sabios de la antigüedad han sido el cosmos y los fenómenos de la naturaleza. El hombre de la prehistoria levantó la mirada al cosmos para encontrar allí las respuestas a su existencia. El afán científico les motivó a fijarse en los movimientos de los cuerpos celestiales, destacando uno por encima del resto, el Sol.
La astronomía es la más antigua de las ciencias en la antigüedad. Sus orígenes se pierden en prácticas religiosas de la prehistoria cuyos vestigios se encuentran en numerosos sitios arqueológicos. El término provine del griego “astron, ou” = astro; “nomos, ou” = ley. Es la ciencia que se ocupa del estudio de los astros. Algunas culturas antiguas poseían conocimientos astronómicos rudimentarios, limitados a la observación a simple vista; otras, sin embargo, desarrollaron profundos conocimientos aplicados con fines prácticos o mítico-religiosos.
El estudio del cielo, en concreto el Sol y la Luna, así como la montaña, ha sido la mayor preocupación entre los awara (los elementos naturales del universo), aunque tuvieran apreciaciones religiosas diferentes a la ciencia. No sabemos si usaron alguna herramienta muy rudimentaria, como palos, para medir y orientarse con los principales elementos de la naturaleza. Eso si, era una ciencia generalizada, social y natural basada en una concepción de la relatividad del espacio y el tiempo.
Con el transcurrir del tiempo, la raza humana tuvo que vincular los cambios climáticos con las posiciones del Sol en el cielo. Al repetirse las temporadas de frío o calor, lluvia o sequía, debió preocuparse por poder predecir sus instantes de ocurrencia: había nacido la astronomía de posición. Entonces, para poder determinar los puntos de salida y puesta del Sol, comenzó a fabricar santuarios individuales o conjuntos alineados.
Los estudios sobre astronomía prehistórica no han gozado de un excesivo prestigio entre los arqueólogos a pesar de estar a menudo presente a modo de someras y vagas alusiones en los manuales de arqueología.
Los awara estudiaron el cielo, el movimiento y los ciclos de los astros y las estrellas. A partir de ahí, empezaron a fijar en el terreno los puntos exactos que determinan sus conocimientos básicamente sobre los ciclos solar y lunar. El método que hemos encontrado en La Palma se precisa con tres tipos de santuarios. ¿Cómo?:
1º. Construyendo uno o varios amontonamientos de piedras pequeños que se religan directamente con la aparición del Sol sobre los picos más elevados de La Caldera y la isla de Tenerife durante el solsticio de invierno, dando la bienvenida al Nuevo Año. En dos casos (Las Lajitas y Cabeceras de Izcagua, Garafía) se realizaron sendos marcadores astronómicos para computar el tiempo de los ciclos solar y/o lunar.
2º. Tallando un laberinto de canales y cazoletas sobre soportes de toba volcánica que dibujan una clara dirección hacia los ortos y ocasos del solsticio de verano.
3º. Realizando grabados rupestres en aquellas piedras cuyas caras miran, en más del 99 % de los casos, hacia los cuatro puntos solsticiales.
Los awara llegaron a la isla de La Palma procedentes del norte de África, la antigua Lybia, trayendo consigo numerosos conocimientos que adaptaron a la singularidad insular. Es impresionante las nociones que tenían sobre el cosmos y sorprendente la complejidad de sus estudios astronómicos producto de ancestrales herencias neolíticas, mediterráneas, del Asia Menor y especialmente Egipto. Atogmatoma, cuadro de Horacio Concepción
Las victorias de Ramsés III le permitieron ocupar el oasis de Siwa y proyectar el culto a Ammon Ra (el Sol) que se extendió rápidamente por todo el Sahara. Con el culto iba también la ciencia de la astronomía. La influencia egipcia sobre los libios fue muy importante, llegando hasta las Islas Canarias. Uno de los muchísimos ejemplos de los que disponemos lo podemos encontrar en los textos de las pirámides de Egipto: “Oh Ra-Atum, este Rey llega a ti, espíritu imperecedero, señor de los asuntos del lugar de los cuatro pilares…” (Texto nº 156).
Ahora podemos empezar a comprender la importancia de los cuatro puntos solsticiales en la Prehistoria de Canarias.
Periódico La Voz de La Palma, diciembre 2008

lunes, 6 de octubre de 2008

Las representaciones colectivas del pensamiento mítico awara

Nuestra experiencia desde la PREPOAS (Prehistoria de Posición Astronómica) nos ha demostrado que el conocimiento científico, de apenas 200 años de existencia, es demasiado joven para poder interpretar el conocimiento mítico, con más de 30.000 años de antigüedad. No podemos borrar de golpe la ideología de las decenas de miles de pueblos que han existido sobre la faz de la tierra desde que el hombre hizo su aparición.
Por otro lado, rara vez el pensamiento antiguo se dirige hacia realidades en el mismo nivel que lo hace la ciencia moderna. En este sentido, es necesario, de una vez por todas, cambiar la imagen tradicional que nos formamos de los pueblos “primitivos” empezando por el método de investigación.
Debemos empezar por integrar al hombre con el medio natural que lo ha modelado hasta desempeñar un papel de objetos de pensamiento. Percibe pasivamente los movimientos y los cambios de la naturaleza terrenal y celestial. Luego forma los conceptos y experimenta mediante su lógica general y particular.
Preguntándose por la naturaleza del pensamiento mítico, F. Boas llegó a la conclusión, en 1914, de que los humanos manifestaban una predilección grande por todo lo que vive en la naturaleza, los cuerpos celestes y otros fenómenos naturales.
Los primeros pobladores de las Islas Canarias, procedentes del norte de África, llegaron con una misma idea de pensamiento mítico en diversidad de formas. Si concretamos en los que poblaron la isla de La Palma, los awara, esperamos encontrar, como es lógico, distinciones aplicables a una cultura y a un territorio diferenciado.
Desde este momento, el hombre (los awara) y el mundo (una isla, benawara) se convierten en espejo el uno del otro. Pronto supieron elaborar métodos razonables, desde su idea preestablecida, sobre el paisaje que los rodea. Se trata de un pensamiento intemporal que quiere captar el mundo como totalidad sincrónica y diacrónica al mismo tiempo, llegando a conocer secretos de la naturaleza que nosotros nunca llegaremos a saber. La prehistoria de La Palma nos ha desvelado la existencia de tres formas materiales diferenciadas de culto: amontonamientos de piedras situados en las cumbres que contornean la Caldera de Taburiente, canales y cazoletas excavadas en la toba volcánica y símbolos con formas geométricas, esquematismo humano y alfabeto grabados en la roca. Una multitud de imágenes simultáneas aunque diferentes, cada una de las cuales aporta su particular conocimiento, pero cuyo conjunto se caracteriza por propiedades invariables conectadas en una misma verdad que facilitan la inteligencia del mundo. Por lo tanto, describen un pensamiento de conceptos sumergidos en imágenes de razón construida o conjuntos estructurados por medio de un conjunto estructurado en unas reglas escogidas y conservadas de entre todas las posibles hasta llegar al equilibrio. Esto es, concebido y actuado.
Gracias a la PREPOAS, en La Palma descubrimos, al menos en parte, un sistema coherente que de ninguna manera podríamos ni si quiera intuir sólo desde la arqueología. Cuando se quieren estudiar tan sólo restos materiales hay que mirar cerca de sí, pero para estudiar un elemento material de carácter religiosos hay que aprender a dirigir la vista a lo lejos.
Un procedimiento que une todos los elementos religiosos, de pensamiento mítico, debe aplicarse en conjunto, acompañado de reglas de acción, para descifrar los mensajes significantes dados en códigos antiguos que debemos traducir a nuestro propio sistema de mensajes.
Este sistema, al que hemos tenido acceso, permite captar el universo natural y social del pueblo que lo creó. “El conjunto constituye, pues, una suerte de aparato conceptual, que filtra la unidad a través de la multiplicidad, la multiplicidad a través de la unidad, la diversidad a través de la identidad y la identidad a través de la diversidad” (C. Lévi-Strauss (2002): “El pensamiento salvaje”).
Llegados a este punto, sería conveniente reflejar la elección de los lugares y la distribución de los elementos religiosos en el medio natural en función de un esquema cósmico: básicamente las posiciones extremas noreste y sureste, noroeste y suroeste del Sol y la Luna; esto es, solsticios en el mayor de los casos y lunasticios en el menor de los casos.
A diferencia de nuestra sociedad racional, los awara nunca se opusieron a los seres ni a los objetos de la naturaleza que los rodeaba, pues en ella encontraban toda razón de ser. Las respuestas últimas están en el inmenso cosmos. Entonces se comprende que una observación atenta y meticulosa, vuelta por completo hacia lo concreto, encuentre en el simbolismo, su principio y su culminación a la vez. La mentalidad antigua que posee y utiliza una sabiduría milenaria, no se preocupa, sin embargo, apenas de extenderlo y profundizarlo. Se contenta con trasmitirlo tal como lo ha recibido. No lo aprecia como nosotros.
Las formas que presentan los más de 10.000 grabados rupestres que todavía existen en La Palma son bastante complejas. Esa variedad no era lo importante, no les interesaba más que cuando le permitía adivinar lo que estos poseen de influencia. La fantasía del artista sólo actúa libremente dentro de unos límites bastante estrechos. Aquí está impresa parte de la compleja mente prehistórica, su esencia como sociedad que participa en intimidad con sus dioses cósmicos. Se trata de imágenes fieles de representaciones tradicionales, de modelos reproducidos del cosmos.
Lo mismo podemos decir del resto de las expresiones de representaciones colectivas más sagradas, los amontonamientos de piedras y de los canales y cazoletas. Ahora bien, se les atribuyen papeles diferentes aunque integrados en el mismo sistema de significaciones. Sirven para organizar el espacio y el tiempo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Los grandes espacios sagrados de Garafía

Desde muy temprano los awara que llegaron a la isla de La Palma encontraron en la zona noroeste un espacio adaptado a su visión religiosa, estableciendo una relación palpable entre el cosmos, representado por sus astros y estrellas mayores, y la montaña. El topónimo Garafía hace referencia a roque o montaña en altura y alta; en concreto, al techo de la Isla, el Roque de Los Muchachos.
Conocidos sus principales lugares sagrados, podemos diferenciar tres grandes zonas o franjas especialmente míticas: 1.- Baja (color azul). Situada sobre los acantilados costeros, entre los 200 y los 400 m s n m, encontraron numerosas rocas sobre las que tallaron sus símbolos sagrados al presentar caras que miraban y coincidían con las salidas y puestas de Sol durante los solsticios. Destaca el entorno de Santo Domingo con numerosas muestras de petroglifos y algunos canales y cazoletas como las de Domingo Díaz y Fernando Porto.
2.- Media (color blanco). Se despliega entre los 900 y los 1.000 m de altitud, sobresaliendo las impresionantes estaciones rupestres de La Zarza y La Zarcita, entre otras.
3.- Superior (color verde). Alcanza unas cotas que discurren entre los 2.000 y los 2.400 m s n m. Es el espacio más sobresaliente, el último escalón entre lo terrenal y lo celestial, lugar de encuentro entre los humanos y los dioses. Destacan, por encima del resto, los amontonamientos de piedras rituales. Aquí se encuentran los santuarios más importantes de la Isla: Las Lajitas y marcador de Cabeceras de Izcagua.
La catedral de los awara: Las Lajitas. Lugar de religación entre los tres elementos que intervienen en el ritual sagrado que une a los hombres con los dioses: amontonamientos de piedras, la montaña y el Sol y/o la Luna.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Los awara, los adoradores del Sol

La religión en la antigua Benawara resulta difícil de entender tal y como hoy concebimos el término. Se basa en creencias conectadas unas con otras y en una concepción fundamental de la divinidad. No deberíamos hablar solo de creencias, sino también de cultos. No existe una literatura sagrada, como en las religiones modernas, que explique todos los procesos, desde la creación.
Venimos recalcando lo que demostramos hace ya unos años referente a la proyección cósmica de los yacimientos prehistóricos que se dispersan por toda la Isla, destacando un culto al Sol, registrado en pequeñas citas por los primeros aventureros, conquistadores y viajeros que visitaron estas tierras hace más de 500 años.
Egipto, todo el norte de África y las Islas Canarias, entre muchos otros territorios de este mundo, son tierras de Sol por lo que no es de extrañar el culto que se le reverenciaba como fuente de vida y de existencia. El Sol es un dios de regulares hábitos. Los festivales solares tienen por lo general una naturaleza que se ajusta al calendario, celebrando fechas significativas tales como el primer día de la primavera, del verano, del otoño o del invierno. Están caracterizados por actividades que en cierta medida imitan la conducta del Sol. Se despliegan los símbolos solares y se encienden fuegos.
Para trazar un esbozo aproximado hipotético de una concepción prehistórica del tiempo, podemos retroceder al paleolítico donde los cazadores-recolectores reconocieron en el cielo los fenómenos de los ciclos lunar/solar y lograron conectarlos a su propio ritmo de vida y el del entorno. Los espacios de tiempo para sus actividades económicas (siembra, cosecha, cría de ganado…) y las obligaciones religiosas en empatía con los marcadores de cambio y renovación en líneas generales fueron establecidos. Eran conscientes de todos los ritmos de la naturaleza.
Las manifestaciones de los seres humanos cuando quieren comunicarse con sus dioses adquieren una variedad asombrosa e interminable en cada rincón del Planeta. Las religiones de Mesopotamia, de la península de Anatolia, de Asia Menor, de la península Arábiga, de Egipto, gran parte de Europa y América, entre otras, adquieren evidentes connotaciones astrales, nacidas de unos conocimientos astronómicos incipientes. En muchos casos recientes, los especialistas publican en libros, actas de congresos, conferencias, cátedras, así como en las revistas y periódicos más científicos y prestigiosos del mundo, descubrimientos de espectaculares centros ceremoniales, de ruinas sobre hipotéticos observatorios astronómicos y, en pocos de estos casos, nos han mostrado las pruebas fotográficas o videográficas de los momentos cruciales. Sin embargo, en la isla de La Palma, podemos mostrar todo el material filmográfico de los fenómenos arqueoastronómicos recogidos y almacenados durante varios años en los momentos de los solsticios y los equinoccios. Con esta prueba irrefutable, estamos seguros que las investigaciones prehistóricas en la isla de La Palma comienzan a revelarnos el significado de algunos de aquellos lugares que servían a la vez como observatorios, en los que tomaban referencias para elaborar su calendario astronómico, y como auténticos santuarios donde probablemente escenificaban rituales de carácter cósmico. Esto viene a demostrar el profundo sustrato religioso de un grupo de hombres y mujeres que se abrumaron con el Sol. Su deseo era adorar a Abora.

domingo, 20 de julio de 2008

caracteres líbicos de Tajodeque

Se trata de un yacimiento prehistórico de primera magnitud que se encuentra a 2.100 m de altitud, en la base de un roque de lava y toba volcánica, en la cara interna de la Caldera de Taburiente. Las inscripciones o paneles son 4 y se localizan sobre la cornisa y en el interior de una cueva. La propia caverna tiene una disposición que mira hacia el este/sureste, justo al lugar por donde asoma el Sol del amanecer del solsticio de verano, por detras de los picachos del Espigón Atravesado.
El panel exterior lo conforman unos 16 motivos silábicos, acompañados de otros 6 símbolos geométricos en forma de círculos, círculos concéntricos, reticulares y espirales.
Nada más entrar en la cavidad, encontramos el siguiente panel formado por 9 caracteres. Los paneles 3 y 4 se ubican en la pared del fondo, conformados por 5 y 6 caracteres.
En total son 15 caracteres diferentes representados 35 veces de la siguiente manera:
Si alguna vez durmieran en la cueva para ver uno de los amaneceres en torno al 21 de junio podrán experimentar una sensación indescriptible cuando el Sol del verano aparece en frente de tí y el panel exterior comienza a iluminarse, poco a poco, de arriba a abajo. Si lo hacemos sobre el 21 de diciembre, el amanecer se produce por detrás de la isla de Tenerife, situada en medio del hueco que deja la degollada de La Madera, entre los impresionantes riscos de la Caldera. En este momento, de una manera asombrosa, se iluminan los dos paneles que se encuentran en el fondo de la cavidad.

jueves, 26 de junio de 2008

Roque Teneguía: un vínculo entre la tierra y el cielo

Este trabajo, realizado a lo largo del curso escolar 2007/2008 por un grupo de 9 alumnos de 4º ESO del IES Las Breñas (isla de La Palma), formó parte de un proyecto de Educación Patrimonial perteneciente a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Fue recompensado con el primer Premio Fernando Cabrera de Astronomía 2008.
El Roque Teneguía, declarado Bien de Interés Cultural en 1985, se encuentra en una finca particular de casi 41.000 metros cuadrados de superficie. Se sitúa a unos 418 metros de altitud sobre el nivel del mar y en la falda SW del volcán de San Antonio. Se trata de una formación geológica muy antigua, al que se le calcula una edad aproximada de unos 600.000 años. Es un promontorio de fonolita haüynica y de color pálido amarillo-rosado. La altura del Roque de Teneguía es de 30 a 35 m de E a O y de 80 m de N a S. Su superficie es aproximadamente de 2.000 m2
El acceso al enclave se hace por una pista que bordea la falda del volcán de San Antonio y se desvía en dirección al cráter del volcán Teneguía. De Los Canarios al Roque hay, aproximadamente, una distancia de 5,5 kilómetros, aunque los últimos 500 metros se recorren a pie sobre un manto de lápilli. Esta eminencia rocosa es visible desde el Sur y Oeste y sirvió como punto de referencia para los pescadores y la navegación de cabotaje.
Hace ahora 38 años, el Roque Teneguía estuvo a punto de desaparecer. En el mes de marzo de 1970, un grupo de jóvenes fuencalenteros -Juan José Santos Cabrera, su hermano Octavio (fallecido), Rosa Díaz Martín, Toña Carballo Pérez, Juan Luis Curbelo Pérez y Rafael Díaz Pérez- visitaron al director del Museo Arqueológico de Santa Cruz de Tenerife, Luis Diego Cuscoy, mostrándole unas fotos del lugar y trasladándole la alarmante noticia de su inminente desaparición, al haber sido trazado por aquel lugar el paso del canal Barlovento-Fuencaliente, que debía pasar justo a la altura del Roque. Las obras se encontraban en una fase muy avanzada, hasta el punto de que ya se aproximaban a la base del Roque y, además, éste había sido minado y su voladura se iba a realizar en fechas próximas.
La noticia justificó la alarma de Luis Diego Cuscoy, quien, de inmediato, informó de la situación al comisario general de Excavaciones Arqueológicas, Martín Almagro. Su rápida gestión decidió la inmediata intervención del director general de Bellas Artes, Florentino Pérez Embid, quien telegrafió al alcalde de Fuencaliente, Emilio Quintana Sánchez, para detener las obras.
Los trabajos se detuvieron y el Roque Teneguía pudo salvarse conservando el impresionante conjunto de grabados existente, en el que, por entonces, Luis Diego Cuscoy realizó dos campañas, entre 1970 y 1971 respectivamente, obteniendo calcos y fotografías, así como un estudio de técnicas y patinas, además de realizar diversas excavaciones.
El interés del Roque Teneguía es múltiple:
1. Interés geológico.- El Roque de Teneguía es una estructura de fonolita haüynica, de color amarillento pálido. Es una formación geológica muy antigua. Su coloración lo destaca del paisaje negro que lo rodea. El Roque, y otros menores, próximos, son los únicos testigos geológicos de naturaleza fonolítica que se levantan en el vértice S de la isla.
2. Interés botánico o fitogeográfico.- El Roque de Teneguía es localidad única de la “cabezuela” o Centaurea Junoniana. Hay dos grupos de centaureas, las especies del grupo Rubriflorae y las del grupo Flaviflorae. Las primeras se limitan a formaciones geológicas muy antiguas, basálticas y fonolíticas. A este grupo pertenece la Centaurea Junoniana que en escasos ejemplares vive aferrada a las grietas del Roque, el cual constituye su último refugio en la isla.
3. Interés histórico.- La famosa fuente santa, de aguas termales minero-medicinales, es tradición que manaba en las proximidades del Roque de Teneguía. Las Indias de Fuencaliente alude a la riqueza y auge que adquirió el lugar por la gran afluencia de enfermos que desde América acudían a curar sus males en la salutífera fuente, cegada por las erupciones del siglo XVII.
4. Interés arqueológico.- Su cara oriental presenta una cantidad asombrosa de grabados rupestres, más de 150 motivos. Éstos aparecen aislados o formando grupos, forman más de un centenar de motivos, entre los que destacan los meandros y las espirales. Se elaboraron mediante una técnica de picado y/o deslascado.

Descripción de paneles y motivos rupestres
Se trata de uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de la Isla, en el que no se ha realizado ningún estudio científico riguroso, siendo necesario un análisis interdisciplinar lo más completo posible.
Actualmente, el estado en que se encuentra el Roque es deplorable, roto y resquebrajado, debido no sólo a los seísmos que acompañan a las erupciones volcánicas, sino también porque durante siglos fue la cantera de la que los vecinos cercanos de Los Quemados y Las Indias extrajeron la piedra para construir sus casas, al tratarse del único material disponible entonces para la edificación, ya que el resto del suelo estaba cubierto de lavas, cenizas y arenas. Se calcula que la extracción de piedra pudo comenzar a principios del siglo XVI, fecha que nos aproxima al nacimiento de las primeras casas en Los Quemados y Las Indias.
Históricamente, el Roque ha sufrido mucho para mantenerse en su posición. Una gran cantidad de piedras están rayadas, se suceden los recuerdos de los visitantes en forma de nombres, lo peor es que muchos se realizaron sobre los propios grabados prehispánicos.
Por otro lado, fue afectado por las explosiones que se realizaron para pasar el canal general de aguas justo por debajo, atravesándolo, causa principal de que la zona donde se encuentran los paneles 61,62 y 63 presente un pequeño hundimiento, lo que provocó que los grabados estén desplazados 20º hacia el SE.
Las condiciones lumínicas son fundamentales para poder observar los motivos grabados en las rocas. Muchos pasan totalmente desapercibidos cuando el día está nublado o el Sol asciende hacia el cenit. En las visitas que realizamos a distintas horas nos dimos cuenta que el mejor momento para ver los grabados rupestres es al amanecer y al atardecer con luz casi rasante. Pudimos comprobar in situ como los dibujos de las piedras aparecían con los primeros rayos de sol y desaparecían poco tiempo después.
No pasa desapercibido el hecho de que en cada visita se observan nuevas piedras grabadas.
Siendo conscientes de que son más los paneles y los motivos grabados en sus rocas, en Roque Teneguía estudiamos 78 paneles, de distintos tamaños, que contienen más de 150 motivos rupestres.
1. Roca situada en la base que mide 90X34cm y cuyo motivo es un meandro que gira en espiral, abarcando parte de la roca (43x27cm). Está realizado mediante técnica de picado con surco ancho. Actualmente la roca se encuentra agrietada y el grabado se conserva mal por efecto del desgaste que ocasiona la erosión y los afectos de los musgos y líquenes.
Se orienta a 120º.
2. Se ubica en la base a un metro por encima del anterior sobre una roca de 96x90cm. Contiene 5 motivos espiraliformes y meandriformes que abarcan toda la cara, con tamaños que van desde los 14 cm hasta los 43 cm. Fueron realizados con técnica de picado grueso .También están muy afectado por la erosión y con bastantes grietas.
Los cuatro primeros motivos se orientan a 120º y el último a 70º.
3. Roca situada en la base en medio de los dos anteriores, con un soporte que mide 96x86cm. Los motivos meandriformes son dos y se sitúan en la parte superior de la roca. El primero alcanza un desarrollo de 24x24cm y el segundo de 22x18cm.El tipo de picado es ancho sobre una piedra que presenta rugosidades y grietas en las que han crecido plantas como el tomillo.
Se orienta a 125º.
4. A un metro por encima del número 2, encontramos una roca de 59x84cm con un motivo meandriforme, realizado con técnica de picado grueso, mal conservado y afectado por musgos y líquenes. La roca parece haberse desplazado hacia el S-SO.
Se orienta a 140º.
5. A un metro del numero 3, en dirección sureste, sobre una roca de 53x43cm se talló un motivo meandriforme en círculos de 16x22cm. Está realizado con técnica de picado ancho y se encuentra actualmente bastante deteriorado por rayas que afectan al motivo.
Se orienta a 120º.
6. Una roca (de 26x37cm) pegada a la anterior, en la base del roque, contiene un meandriforme cerrado en círculo que abarca toda la cara. Se ejecutó con técnica de picado ancho y se encuentra desplazado hacia el sureste por presión de la piedra superior.
Se orienta a 160º.
7. Una roca de 65x40cm situada justo encima de los dos anteriores contiene dos motivos:
a- Espiraliforme de 17x21cm situado en la parte superior
b- Meandriforme de 24x21cm situado en la parte inferior.
Ambos se realizaron mediante técnica de picado grueso. Han sido rayados recientemente y presentan un estado de conservación aceptable.
Se orienta a 130º.
8. A muy poca distancia se encuentra una roca, también en la base del roque, que mide 92x81cm con tres motivos:
a- Meandriforme de 33x13cm.
b- Meandriforme de 30x22cm
c- Semicírculos concéntricos de 12x20cm.
Todos están realizados mediante una técnica de picado ancho.
Se orientan a 130º.
9. Roca que presenta una gran erosión en la que podemos observar dos motivos cuyos trazos se pierden en gran parte, por lo que es difícil clasificarlos en cuanto a sus formas. a. Motivo informe que mide 25x30cm
b- Motivo informe, situado en el centro de la roca. Solo apreciamos unos pocos trazos. Presenta rayas recientes.
Se orienta a 130º.
10. Pegado a la anterior se encuentra una gran roca de 98x57cm que contiene un panel formado por 4 motivos meandriformes y espiraliformes que ocupan la mitad sureste de la cara, alcanzando un desarrollo de 50x58cm. Fueron realizados con técnica de picado ancho.
Se orientan a 140º.
11. Muy cerca del anterior se encuentra una piedra de 45x23cm que contiene en la parte inferior de la cara un motivo espiraliforme de 15x15cm. Fue ejecutado mediante una técnica de picado ancho y presenta un estado de conservación bastante malo.
Se orienta a 90º.
12. En la misma base del roque apreciamos una roca de 77x48cm con un grabado compuesto espiraliforme y circuliforme de 36x30cm, elaborado con técnica de picado grueso. Presenta un buen estado de conservación.
Se orienta a 140º.
13. A medio metro del anterior hacia el sur encontramos dos piedras con indicios de grabados en los que se notan algunos trazos sin poder determinar que tipos de formas presentan. Se encuentran muy deteriorados y rayados.
Se orientan a 130º.
14. Piedra de 53x37cm de tamaño con un grabado de tipo semicírculos concéntricos que mide 30x19cm. Se encuentra ubicado en la parte superior noreste y fue realizado mediante una técnica de picado grueso. Presenta una superficie fracturada y su estado de conservación es malo.
Se orienta a 140º.
15. Una roca cercana a la anterior contiene un meandriforme de 35x20 cm. Presenta una técnica de ejecución de picado fino. Se encuentra muy deteriorado por el paso del tiempo.
Se orienta a 135º
16. Superficie que presenta una laja de grandes dimensiones que contiene 5 motivos:
a) herradura de 20x19 cm en la esquina de la parte superior.
b) Dos meandriformes o espiraliformes de 40x30 cm cada uno aproximadamente. Se encuentran muy desgastados y se aprecian muy mal.
c) Dos grabados en los que, debido al desgaste sufrido, no adivinamos su forma y tamaño.
Se orientan a 140º
17. Por debajo se encuentra otra roca de 1x0,80 m. Contiene 3 motivos meandriformes y espiraliformes muy erosionados, ocupando casi toda la superficie . Están realizados con técnica de picado grueso.
Se orientan a 130º
18. Más abajo encontramos otra piedra de 50x48 cm, desplazada de su posición original, presentando una fractura, conteniendo un motivo meandriforme realizado con técnica de picado grueso que ocupa toda la superficie. Actualmente mira al cielo.
19. Hacia el norte, pero formando parte del mismo conjunto que los anteriores, observamos otra roca de mayores dimensiones, también desplazada de su posición original, conteniendo 3 motivos espiraliformes realizados con técnica de picado fino y grueso, muy deteriorados. Miran casi a la vertical.
20. A poca distancia vemos una roca grande de 82x74cm que contiene al menos dos motivos meandriformes y espiraliformes. Los grabados se sitúan en la parte noreste de la superficie de la roca. Se realizaron con técnico de picado fino. La roca estáagrietada en su parte inferior.
Se orienta a 130º.
21. Por encima, al sureste del anterior, a mitad del roque, encontramos una superficie rocosa de 34x45cm con un motivo espiraliforme de 25x21cm, situado en el centro mismo del espacio: Fue realizado mediante una técnica de picado fino. La superficie esta agrietada y se encuentra en mal estado de conservación.
Se orienta a 125º.
22. Muy cerca del anterior, a mitad del roque, hallamos una piedra de 75x32cm con varios motivos meandriformes que ocupan toda la cara. Fueron realizados con una técnica de picado fino. Se encuentran muy deteriorados al ser rayados recientemente, por lo que presentan un mal estado conservación.
Se orienta a 140º.
23. Llegamos a una gran laja 4x1,60m que llega hasta la parte alta del roque, presentando numerosas fracturas y grietas. Fue aprovechada para grabar un buen número de motivos que podemos dividir en tres paneles:
a- Parte inferior. Contiene 5 espiraliforme.
b- Parte central. Encontramos 3 espiraliformes y un meandriforme.
c- Parte superior compuesta por 6 espiraliformes y 4 meandriformes.
Presentan diferentes grados de conservación.
Se orienta a 130º.
24. Hacia el sureste encontramos una roca de 75x31cm que contiene un meandriforme que se cierra a modo circular, muy desgastado, que abarca el total de una cara con medidas de 22x28cm. Combina líneas gruesas y finas, se encuentra bastante deteriorado y presenta rayas recientes.
Se orienta a 140º.
25. Otra laja de 1x0,50 m contiene dos o tres motivos meandriformes o espiraliformes que apenas se notan por la erosión sufrida. Ocupan toda la superficie.
Se orientan a 140º
26. Justo al lado del anterior encontramos una roca de 50x45cm con un motivo que abarca prácticamente toda la cara de la superficie. Se trata de un meandriforme de 47x35cm realizado con técnica de picado ancho, también muy deteriorado, con líquenes y rayas históricas que afectan al motivo.
Se orienta a 140º.
27. A un metro del anterior encontramos una gran roca de 1,20x1,50m situado en la parte media del roque que contiene un solo motivo meandriforme realizado mediante una técnica de picado medio (fino-grueso), mide 30x12cm. Se encuentra afectado por líquenes y en parte apenas se aprecia el motivo.
Gran parte de la cara donde se encuentra el motivo se orienta a 140º y el otro fragmento mira a la vertical.
28. Al lado del anterior encontramos una roca de 69x62cm que contiene un grabado espiraliforme, ocupando prácticamente toda la cara del soporte que mide 24x22cm y realizado mediante técnica de picado ancho. La roca esta un poco agrietada.
Se orienta a 140º.
29. A dos metros hacia el sureste apreciamos otra roca de 38x40cm que contiene un motivo espiraliforme, de 29x25cm, realizado con técnica de picado grueso.
Se orienta a 140º.
30. Encima del anterior encontramos una roca de 93x65cm con un motivo curioso porque se adapta a las formas abombadas de la roca. Se trata de un espiraliforme de 27x28cm realizado con técnica de picado grueso.
Se orienta a 130º.
31. Roca pequeña en la que se grabó un motivo meandriforme de 21x20 cm. Fue tallado mediante una técnica de picado fino.
Se orienta a 250º
32. En la parte media del roque descubrimos un panel de 78x62cm, que contiene un motivo meandriforme cerrado en círculo de 24x16cm. El grabado ocupa la parte superior de la roca y se adapta a las formas del soporte. Fue ejecutado mediante técnica de picado grueso y presenta un buen estado de conservación.
Se orienta a 240º.
33. Justo por encima del anterior existe una plancha pétrea fracturada, de 96x70cm, que contiene un motivo meandriforme de 30x17cm, situado en el centro. Se realizó con técnica de picado grueso y está atacado por líquenes que han invadido el grabado, asi mismo, presenta rayas recientes.
Se orienta a 120º.
34. A muy poca distancia encontramos una superficie de 95x76cm con tres motivos que ocupan toda la roca:
a- Espiraliforme de 12x10cm.
b- Meandriforme de 24x16cm.
c- Combinación de espiral y meandro de 47x12cm.
Están realizados con técnica de picado ancho y la roca presenta fractura que llegan a afectar a los grabados.
Se orienta a 140º.
35. Una laja de 1,60xo,80 m contiene prácticamente toda la superficie grabada con motivos meandriformes y espiraliformes. No sabemos cuantos puede haber debido al deterioro que presenta la superficie. Están hechos con una técnica de picado grueso. Después de una fractura, la piedra continúa con otro tramo también grabado. Parece que el soporte se ha desplazado y los motivos miran al cielo.
36. Roca de 160x120cm que contiene, en la parte superior norte, un meandriforme cerrado en circulo muy deteriorado de 30x40cm, realizado con una técnica de picado grueso.
Se orienta a 120º.
37. Encima del panel numero 27 apreciamos una roca de 60x45cm que contiene un motivo que ocupa la parte central del soporte. Se trata de un meandriforme de 26x25cm realizado con técnica de picado grueso. Parece desplazado de su posición original, se encuentra prácticamente vertical y está rayado.
38. En la parte inferior del roque encontramos una laja que contiene, en la parte superior, un meandriforme de 27x14cm, bastante deteriorado por los agentes atmosféricos. Fue ejecutado mediante una técnica de picado ancho.
Se orienta a 140º.
39. A medio metro de distancia, en la misma laja, encontramos un espiraliforme de 15x13cm. También fue elaborado con mediante una técnica de picado grueso.
Se orienta a 240º.
40. Roca de 70x65cm que contiene un motivo muy deteriorado al que apenas se le ven algunos trazos en forma de espiras. Presenta rayas recientes.
Se orienta a 140º.
41. En la parte media del roque encontramos un soporte de 110x55cm que contiene un motivo meandriforme que ocupa casi toda la cara de la roca. Está realizado con técnica de picado grueso. Se encuentra afectado por líquenes y presenta grietas.
Se orienta a 90º.
42. A dos metros hacia el norte, una roca de 92x90cm contiene tres motivos con dos orientaciones que abarcan las tres caras de la roca.
a- Meandriforme, de 53x39cm, muy deteriorado, realizado con una técnica de picado grueso. Se orienta a 130º.
b- Se trata de una continuación del anterior separado por una grieta que mide 50x25cm y en partes desaparece por los efectos de la erosión. Está realizado mediante una técnica de picado gruesa. Se orienta a 130º.
c- Motivo compuesto espiraliforme y meandriforme, de 48x30cm, también muy deteriorado, realizado con técnica de picado fino. Se orienta a 250º.
43. A un metro por encima encontramos otra roca de 70x72cm que contiene tres motivos:
a- Espiral, de 25x20cm, realizado mediante técnica de picado fino.
b- Meandriforme, de 25x37cm, también ejecutado con técnica de picado fino.
c- Espiraliforme, de 26x12cm, realizado con una técnica de picado algo más ancho que los dos anteriores.
Se orientan a 140º.
44. En la parte superior del roque encontramos una roca de 84x34cm que contiene un meandriforme, de 19x9cm, bastante deteriorado realizado con técnica de picado grueso.
Se orienta a 250º.
45. Roca de 130x80cm que contiene un grabado meandriforme de 18x19cm situado en la parte superior norte de la superficie, realizado con técnica de picado grueso. Se conserva bien.
Se orienta a 140º.
46. Roca suelta, desplazada de su posición original, de 50x37cm, que contiene un meandriforme, de 18x17cm, situado en el mismo centro. El motivo fue realizado con una técnica de picado ancho. No presenta orientación a los solsticios.
47. Roca de 70x56cm que contiene un grabado informe en una de sus caras. Mide 25x27cmy se realizó con una técnica de picado fino. La roca presenta grietas y se encuentra invadida por líquenes.
Se orienta a 150º
48. En la parte superior del roque encontramos un espiraliforme de 30x30cm realizado con técnica de picado ancho y profundo muy afectado actualmente por líquenes.
Se orienta a 65º.
49. También, en la parte superior del roque, encontramos otro soporte de 32x30cm que contiene un motivo meandriforme, abarcando toda la superficie. Fue realizado con técnica de picado grueso. Hoy se encuentra bastante deteriorado.
Se orienta a 120º.
50. Muy cerca apreciamos una roca de 45x40cm con un motivo que abarca toda la superficie. Se trata de un meandriforme realizado con técnica de picado grueso.
Se orienta a 245º.
51. Otra roca, de 74x53cm, contiene un motivo que combina espiral y meandro, de 37x34cm, realizado con técnica de picado grueso. En la actualidad se encuentra invadido por líquenes y presenta rayas recientes afectando a los petroglifos.
Se orienta a 250º.
52. Roca de 87x70cm situada en la parte media del roque que contiene tres motivos espiraliformes de 20x17, 15x21cm y 48x42cm. Se realizaron empleándose una técnica de picado ancho.
Se encuentra desplazado de su lugar original.
Se orienta a 150º.
53. Justo al lado del anterior, formando parte de la misma roca, aunque separada, encontramos un motivo meandriforme, de 20x14cm, que ocupa el centro de la superficie. Se ha realizado con técnica de picado grueso.
Sucede lo mismo que el anterior, se encuentra desplazado.
Se orienta a 150º.
54. Se trata de una roca suelta, de 27x43cm, situada a mitad del roque, que contiene semicírculos concéntricos ejecutados mediante una técnica de picado fino, abarcando toda la superficie de la cara.
Sin orientación a los solsticios.
55. Pegado al anterior hacia el sur observamos otra piedra suelta, de 39x33cm, que contiene un motivo muy deteriorado, sin que sepamos el tipo de geometría que representa. Abarca toda la cara y fue realizado mediante una técnica de picado fino.
Sin orientación a los solsticios.
56. A mitad del roque encontramos una piedra, de 56x43cm, que contiene un motivo espiraliforme de 14x13cm realizado con técnica de picado grueso.
Se orienta a 120º.
57. Roca suelta, de 81x40cm, en la que se grabaron dos motivos:
a- Meandriforme que se cierra en círculo, de 21x10cm, tallado mediante técnica de picado ancho. b- Meandriforme, de 19x17cm, realizado con técnica de picado fino, cuya superficie presenta rayas recientes.
Sin orientación a los solsticios.
58. Piedra, de 87x67cm, que contiene un meandriforme, de 26x20cm, realizado con técnica de picado grueso. Está afectada por grietas e invadida por líquenes.
Se orienta a 130º.
59. En la parte inferior del Roque encontramos una piedra, de 27x26cm, que contiene un meandriforme, ocupando casi toda la superficie: El motivo se ejecutó mediante una técnica de picado fino.
Se orienta a 125º.
60. Cerca del anterior encontramos una laja alargada, de 5,10x0.40m, que contiene siete motivos:
a- Espiraliforme, de 20x16cm, ejecutado con técnica de picado grueso.
b- Combinación de meandriforme y espiraliforme, de 21x15cm, con técnica de picado fino.
c- Meandriforme circular,de 24x23cm, realizado con técnica de picado fino.
d- Espiraliforme, de 14x12cm, realizado con técnica de picado fino.
e- Meandriforme a modo de espiral, de 17x13cm, realizado con técnica de picado fino.
f- Meandriforme, de 17x21 cm, ejecutado mediante una técnica de picado grueso.
g- Circuliforme, de 12x10cm, de picado fino.
En general su estado de conservación es relativamente malo y presenta rayas recientes.
Es muy peculiar, pues la roca se proyecta en dirección al equinoccio y eso fue lo que motivo que fuera totalmente grabada en toda su superficie.
En La Palma sólo se ha constatado otro caso de orientaciones a los equinoccios en La Fajana (El Paso).
Se orientan a 100º.
61. Hacia el S-SE notamos la presencia una laja inclinada de 1,78x1,34m, a unos 5m de la parte del Roque volada para pasar el canal de agua, en cuya parte central se grabaron varios motivos:
a- Meandriforme a modo circular, de 22x23cm, hecho con una técnica de picado grueso y profundo.
b- Meandriforme a modo circular, de 27x23cm, también de picado ancho y profundo.
c- Espiral, de 16x18cm, realizada con un picado grueso y profundo.
d- Motivo que no logramos descifrar su forma por el mal estado de conservación.
Se orienta a 150º.
62. Laja pegada a la anterior por la parte inferior del roque, de 138x94cm, que contiene tres motivos más o menos centrados:
a- Espiraliforme, de 12x12cm, realizado con técnica de picado muy ancho.
b- Espiraliforme, de 13x14cm, con un picado muy ancho.
c- Meandriforme, de 30x20cm, también con un picado muy ancho.
Se orienta a 150º.
63. Roca que mide unos 120x65cm que contiene dos grabados:
a- Meandriforme, de 37x33cm, ejecutado con una técnica de picado muy grueso.
b- Meandriforme, de 39x14cm, también realizado con una técnica de picado grueso.
La superficie se encuentra afectada por grietas y rayas recientes.
Se orienta a 150º.
64. En dirección al poniente apreciamos una roca pequeña que contiene una espiral, de 6x8cm, realizada con técnica de picado grueso y ancho.
Se orienta a 140º.
65. Roca suelta, de 79x49cm, que contiene un espiraliforme, de 30x21cm, realizado mediante técnica de picado fino, ocupando la parte central de la superficie. Se encuentra rayado.
No presenta orientación a los solsticios.
66. Muy cerca de unas grietas encontramos una roca voluminosa que contiene, en su parte semivertical (oblicua), una espiral, de 12x11cm, realizada con técnica de picado fino.
Sin orientación a los solsticios.
67. Otra piedra de 56x36 cm, a mitad del Roque, presenta un meandriforme realizado con técnica de picado grueso, bastante deteriorado por los agentes erosivos.
Se orienta a 250º
68. En la parte alta del Roque encontramos una roca, de tamaño medio, fracturada con un espiraliforme mal conservado, de picado ancho.
Se orienta a 130º.
69. Nos desplazamos hacia el poniente, a tres metros del final del Roque, para encontrar una laja que contiene un motivo espìraliforme de 25x25 cm, mal conservado. Fue tallado mediante técnica de picado grueso. La superficie está llena de rayas modernas que han afectado el panel.
Se orienta a 170º
70. A unos 5 metros de distancia, por arriba, nos topamos con un panel que contiene dos motivos:
a- Espiraliforme de 20x20 cm, sobre una roca partida en dos, desplazada de su posición original. El grabado fue realizado sobre una superficie con abultamientos y se conserva relativamente bien. Para su ejecución se recurrió a una técnica de picado ancho y profundo. Se orienta a 50º.
b- Espiral pequeña, de 6x6 cm, pegada al anterior, realizada con técnica de picado grueso. Se orienta a 50º.
71. Otra roca al lado de la anterior contiene un motivo en forma de herradura, de 28x20 cm, realizada con técnica de picado ancho y profundo.
Se orienta a 300º.
72. Por encima del panel 62, encontramos una roca con una cara donde apreciamos un espiraliforme, de 20x18 cm, realizado con técnica de picado grueso y superficial. Su estado de conservación es bastante malo.
Se orienta a 260º
73. A tres metros hacia el O/NO, vemos un motivo muy desgastado que parece un espiraliforme, de 20x20 cm. Fue realizado con una técnica de picado fino.
Se orienta a 300º
74. Volvemos a la parte alta del Roque para encontrarnos una roca desprendida que contiene una cara grabada con dos motivos unidos espiraliforme y meandriforme, de 37x20 cm, realizados con técnica de picado fino. Actualmente mira al cielo.
75. Después de atravesar una grieta en el Roque encontramos un grabado meandriforme en herradura, de 34x28 cm, muy bien conservado, sin presentar pátina, que fue tallado recientemente con la misma técnica aborigen de picado. No es prehispánico.
Se orienta a 180º.
76. A poco más de un metro, por encima, encontramos un espiraliforme, de 13x13 cm, muy mal conservado. Pudimos observar que se realizó con una técnica de picado fino.
Se orienta a 250º.
77. A un metro del acantilado, en una zona de grandes desprendimientos y desplazamiento de rocas, encontramos una roca, de más de un metro de diámetro, voluminosa con un motivo en forma de herradura, de 18x16 cm, realizado con técnica de picado grueso, sobre un abultamiento que presenta la cara de la piedra. Mira hacia el cielo.
78. A un metro hacia el Oeste, en el vértice de una grieta del Roque, encontramos una roca con un escalón, en cuyo rebaje se grabaron unos trazos anchos y profundos, formando bandas a modo meandriforme, de 20x18 cm.
Se orienta a 210º.

Formas de los motivos
Los motivos podemos diferenciarlos, por sus formas, en 7 categorías:
a) 67 meandriformes.
b) 59 espiraliformes
c) 5 compuestos (espiral-meandro)
d) 3 semicírculos concéntricos
e) 3 herraduras
f) 1 circuliforme
g) 7 informes (no apreciamos la forma por el desgaste de la roca)

Tipos de técnicas
Diferenciamos 3 tipos de técnicas de picado de la superficie de la piedra:
1) Picado grueso (ancho) del surco. 117 motivos
2) Picado medio. 4 motivos
3) Picado fino. 24 motivos

Orientaciones
En cuanto a las orientaciones, podemos confirmar la existencia de marcas sobre los cuatro pilares solsticiales y los equinoccios. Los resultados por paneles son los siguientes:
1) 41 dirigidos intencionadamente al lugar por donde sale el Sol (el relieve cercano) durante el solsticio de invierno.
2) 4 que se proyectan hacia el lugar por donde sale el Sol (concretamente sobre el Volcán de San Antonio) durante el solsticio de verano.
3) 10 que miran al lugar por donde se pone el Sol (sobre el mar) en el momento del solsticio de invierno.
4) 2 paneles que van en la dirección de la puesta de Sol (sobre el mar) durante el solsticio de verano.
Encontramos 19 paneles que no presentan orientación con los solsticios. Para ello tenemos una clara explicación. Algunos (5 paneles) están sobre rocas sueltas que se han desprendido de su ubicación original, coincidiendo en su disposición con alguna de las tres grandes grietas que presenta la mole pétrea del Teneguía. El resto (17 paneles) se concentran en un lugar muy determinado del Roque, justo en la parte baja más septentrional, cercana a la finalización del Roque, sobre el agujero que se hizo para pasar el canal general que atraviesa el Roque. Pensamos que los temblores que preceden a las erupciones volcánicas o, con mayor seguridad, las explosiones provocadas para la citada canalización, terminaron por agrietarlo y hundirlo, pues las orientaciones de los paneles afectados presentan la misma desviación gradual (150º LN).

Hemos demostrado, con nuestro trabajo, que los petroglifos proyectan una imagen cósmica manifiesta en los días de los solsticios y equinoccios. Algo que también ocurre en los numerosos yacimientos awara dispersos por la geografía insular.
Enormemente agradecido, satisfecho y orgulloso del buen trabajo realizado por Sandra Afonso, Arancha Afonso, Francisco Felipe, Inma Morera, Tatiana Sánchez, Lara Sánchez, Fiamma Machín, Iraisa González y Natalia Cabrera.

Roque Teneguía: un vínculo entre la tierra y el cielo

Más de 150 grabados rupestres se tallaron en las piedras de este roque de color amarillento que se sitúa en la zona más meridional de la isla de La Palma.

El video es una parte visual de un proyecto patrimonial realizado por 9 alumnos de 4º ESO del "IES Las Breñas" (isla de La Palma), siendo galardonado con el Premio Fernando Cabrera de Astronomía 2008.

FELICIDADES

lunes, 23 de junio de 2008

esquema de las principales actividades estacionales

La sociedad awara, constreñida a un espacio reducido como es una isla, estableció unos mecanismos de subsistencia adatados a las condiciones del clima y la altitud.
1 Período seco. Se produce entre mayo y octubre.
2 Recogida de frutos.
3 Pastoreo de cumbre.
4 Apareamiento de los animales domésticos. Especialmente cabras y ovejas.
5 Rituales estivales

A Período húmedo. Entre noviembre y abril.
B Pastoreo de costa.
C Cría de ovejas y cabras. Alimentación con pastos frescos.
D Rituales del Año Nuevo.

Cambio climático en la prehistoria de La Palma

El hombre, de siempre, ha vivido a merced de las variaciones climáticas, adaptándose a los diferentes ciclos, al frío, al calor, a la humedad o a la sequía. El clima es, por lo tanto, un catalizador de la historia humana.
Anota el arqueólogo y antropólogo Brian Fagan que alrededor de 3.800 a.C., el clima se tornó repentinamente más seco, una tendencia que afectó la región del sudoeste de Asia y el mediterráneo oriental durante más de 1.000 años. El clima se volvió más inestable y las aldeas sufrieron ciclos de sequías. En consecuencia el Sáhara conoce un gran período de calentamiento y de aridez extrema que obliga a sus habitantes a depender del ganado y a desplazarse en busca de alimento y agua. Las reses se convirtieron en su verdadera riqueza.
Hacia el año 800 a.C., el clima europeo se tornó abruptamente más frío y húmedo. Fue un repentino enfriamiento que originó grandes cambios en la vegetación, en los que los bosques cedían el sitio a los pastizales. Para el año 500 d.C., las condiciones eran aun más frías. La frontera entre las zonas continental y mediterránea estaba otra vez sobre África del Norte. Y hasta llegó a formarse hielo en el Nilo durante el invierno de 829 d.C. El motivo tal vez fuera una gigantesca erupción volcánica en el año 535 de nuestra era, lo que produjo la más densa y persistente niebla seca que haya sido registrada en la historia. Afectó prácticamente a todo el planeta.
En el año 900 d.C. y durante los cuatro siglos siguientes (denominado Óptimo Climático Medieval), el ecotono mediterráneo se desplazó una vez más hacia el norte y las temperaturas subieron de tal manera que los viñedos llegaron a prosperar en el sur y el centro de Inglaterra.
Las grandes lluvias de 1315 marcaron el comienzo de lo que los climatólogos llaman la Pequeña Era Glacial, un período de seis siglos de constantes cambios climáticos. La actual tendencia al calentamiento comenzó alrededor de 1860.
Resumiendo los datos expuestos hasta ahora y a pesar de que no sabemos el verdadero alcance de las variaciones del clima en Canarias, podemos diferenciar de una manera muy general, siempre a modo orientativo, cinco etapas climáticas durante el tiempo que el hombre se asentó en estos peñascos atlánticos. Las tres primeras se dieron exclusivamente durante la prehistoria, la cuarta abarca el tránsito de la prehistoria a la historia española:
1.- Entre el instante del primer poblamiento de Canarias (siglos III o II a.C.) y el 500 d.C., el clima canario era más frío que en la actualidad.
2.- Entre los siglos VI y X, las condiciones ambientales eran todavía más frías.
3.- Entre los siglos X y XIV, las temperaturas subieron incluso por encima de las actuales.
4.- Esta etapa corresponde a la transición entre la prehistoria y la historia. Comienza en 1315 con una nueva bajada de las temperaturas que dura hasta mediados del siglo XIX. En esta etapa el Ebro llegó a congelarse siete veces, incluso nevó en Santa Cruz de La Palma el 27 de diciembre de 1627.
La mayor parte de estos cambios se deben al desplazamiento del conocido como Anticiclón de las Azores a latitudes más septentrionales, generando una dinámica atmosférica diferente. Los vientos alisios perderían protagonismo y otras masas de aire de diferente procedencia serían más frecuentes. Evidentemente, esto produciría cambios en el tiempo atmosférico e incluso, en la disposición de la vegetación. Dada la particular situación geográfica del Archipiélago, cualquier alteración brusca, como una disminución de las precipitaciones, podría generar en las islas un proceso de desertificación. En caso contrario, un aumento de la humedad provocó alteraciones bruscas con tormentas como la sucedida antes de la conquista castellana en el Barranco de Aguacensio, descrita por el franciscano Abreu Galindo y su trágica repetición en 1957.
La primera ocupación de la isla de La Palma, al igual que el resto de Canarias, fuera como fuere, no ocurrió como una invasión ordenada. Los nuevos colonos llegaron por mar como grupos reproductiblemente viables. Se improvisó una ocupación, bien consentida o forzada, con poco tiempo para adaptarse a las nuevas condiciones medioambientales. Su número era escaso y pronto se dispersaron, adaptándose a los microclimas tan importantes en islas como La Palma. Estos primeros awara fueron gente dura, estoicos, capaces de sobreponerse a un lugar extraño, acomodándose a las temperaturas cálidas de la costa y gélidas de las cumbres.
Una de las claves del cambio climático la podríamos encontrar en los 13 amontonamientos de piedras que se encuentran por debajo de los 2.000 m de altitud: dos en Pico Corralejo (Santa Cruz de La Palma), cuatro en Cabeceras de Izcagua I (Garafía), cuatro en Novanillo, dos en Llano Las Ánimas (Puntagorda) y uno en Cabeceras de Garome (Tijarafe).

amontonamiento de piedras de Izcagua A
La gran mayoría (más de 50) se encuentran por encima de los dominios del pinar, abiertos al cosmos, vigilando la aparición del sol que marca el inicio del Nuevo Año (21 de diciembre). Ahora la pregunta es la siguiente ¿Por qué unos pocos amontonamientos de piedras están hoy integrados en el pinar?
Una buena respuesta o posibilidad estaría relacionada con un descenso de temperaturas y humedad entre los siglos VI y X que obligó al retroceso de los bosques a cotas inferiores, facilitando el desarrollo del matorral. Otro dato de interés es el arqueológico, al constatarse la presencia de restos cerámicos de las fases IIIc y IIId en dos amontonamientos, bien datados en torno a las fechas anteriormente expuestas.

La imagen marca los posibles antiguos confines del bosque de pinar. La línea azul es el límite de los 1.900 m. Los puntos blancos representan los lugares donde se encuentran los amontonamientos de piedras.

jueves, 19 de junio de 2008

Canales y cazoletas en Montaña de La Negra (Puntagorda)

Nos situamos en la parte noroccidental de la isla de La Palma sobre una elevación, de 500 m de altitud, que presenta el terreno entre la Montaña de Matos y Las Hoyas. Es un espacio dominado por especies vegetales de tipo matorral como cornicales, vinagreras, tederas, retamas, hinojos… y algunos pinos.
La parte alta de la montaña tiene forma de lomo, prácticamente lineal, con dirección noroeste; esto es, en la misma trayectoria del lugar exacto por donde se pone el Sol en el momento del solsticio de verano. A pesar de que no contiene buenos soportes para tallar canales y cazoletas, los pocos que constan están bien aprovechados. En concreto, aunque puede albergar algún otro, existen tres pequeños resaltes rocosos de tosca volcánica en los que se labraron algunos canales de pequeño desarrollo y cazoletas también de pequeño tamaño.
* La Negra I. Se asienta en la ladera izquierda y se compone de un canal de 45 cm de largo que gira a derecha e izquierda, unos 6 cm de ancho y 2 cm de profundo, muy irregulares. El canal tiene un ramal de unos 15 cm de desarrollo. La canalización principal culmina en una cazoleta de 7 x 6 cm de diámetro y 8 cm de profunda. * La Negra II. A unos 30 m del anterior, en el centro del lomo, encontramos una tosca de 1,20 m x 1 m. El pequeño espacio ritualizado está enmarcado por un canal que dibuja un semicírculo de 70 cm de recorrido, 2 cm de ancho y 2 cm de profundo, siendo muy irregular. Contiene una cazoleta, ubicada en el extremo noroeste, asociada a dos canalitos de apenas 6 cm y 5 cm de desarrollo. Mide 8 x 6 x 5 cm. * La Negra III. A unos 50 m lomo abajo, en el mismo centro, encontramos otra tosca que se prolonga hacia la dirección coincidente con la puesta del primer Sol del verano. Lo primero que observamos es la presencia de un canalillo, casi totalmente colmatado de tierra y plantas que han enraizado que nos impiden saber con exactitud desde donde parte. Tiene una doble ramificación: a) de 80 cm de largo, 10 cm de ancho y 8 cm de profundo, muy irregulares. Lleva un recorrido sur hasta el salto de la roca, b) tiene 95 cm de largo, 4 cm de ancho y 5 o 6 cm de profundo. Toma una dirección oeste.
Este canalillo pasa por una pequeña cazoleta, rellena de tierra, de 9 x 10 x 3 cm y culmina en otra de forma rectangular que corona la tosca. Mide 11 x 13 x 7 cm.

jueves, 29 de mayo de 2008

El cielo representado en los grabados rupestres

Según Federico González, que ha estudiado las relaciones cósmicas de las culturas precolombinas americanas, para las sociedades tradicionales y primitivas el símbolo constituye (y toda expresión o manifestación, ya sea macro o microcósmica, es simbólica) una señal real que se produce dentro de un conjunto de caracteres igualmente vivos que se entrelazan y relacionan entre sí a través de la pluralidad de sus significados, conformando un lenguaje o código cifrado propio y revelador con el que además cohesionan a la comunidad en que se manifiestan. Esto se debe a que tanto el símbolo como el mito o el rito son el puente entre una realidad sensible, perceptible y cognoscible a simple vista y el misterio de su auténtica y oculta naturaleza que es su origen.
Los pueblos arcaicos y tradicionales han utilizado fundamentalmente al símbolo como forma de comunicación, lo que establece una perpetua relación entre el propio signo y la cosa simbolizada. Todos sus conocimientos se expresan simbólicamente porque sus símbolos sagrados manifiestan, de modo real y verdadero, las energías que ellos representan y de las que son mediadores. El símbolo es mágico en virtud de la analogía que lo liga indestructiblemente (y lo identifica) con aquello que está simbolizando. Entre estos símbolos son de extraordinaria importancia mágica y sagrada las figuras geométricas, que toda sociedad arcaica ha conocido y con los que ha simbolizado el cosmos. Para las culturas canarias ancestrales este rito universal es ejemplificado en la bóveda celeste por el Sol, la Luna y otros planetas y estrellas, así como por sus ciclos de aparición y desaparición, muerte y resurrección, de los que la tierra y el ser humano dependen, ya que han visto en ellos la manifestación más alta de los modelos o arquetipos universales y eternos en los que fundamentaron su cosmogonía.
Representaciones simbólicas de la forma cósmica aún son actuales en distintos ritos, ceremonias y concepciones, y se hallan en perfecta correspondencia con otras cosmogonías, vivas y muertas, que sintetizaron con estos símbolos su filosofía y visión del mundo. Las diferentes formas geométricas que salpican la geografía insular de la isla de La Palma son símbolos de ascenso y un medio de comunicación con el cielo. Representan un todo continuo, sin principio ni fin.
En pocas sociedades tradicionales es tan notoria la obsesión de simbolizar y agrupar todas las ideas fundamentales de su religión, consistente en agrupar a todos los seres según los puntos solsticiales y/o de abajo arriba. Un grabado rupestre es una forma sagrada como lo es el cosmos.

lunes, 19 de mayo de 2008

La cerámica en la tradición awara y su paralelismo con la Kabilia bereber

Las herramientas cotidianas son una importante manifestación de unos usos y costumbres de los pueblos. Los utensilios fueron realizados con los propios materiales que la naturaleza les podía ofrecer: madera de sus árboles, pieles y huesos de sus animales, piedras de origen volcánico y barro al que dieron forma para lucirse con unas joyas artísticas de primer orden: la cerámica, destacada por su espectacular ornamentación. El sistema decorativo fue perfeccionándose con el paso del tiempo hasta alcanzar su máxima expresión entre los siglos XI y XV.
Su presencia en las estratigrafías nos ha permitido esbozar una cronología relativa fundamental para integrar el resto de los elementos culturales que caracterizaron a los hombres y mujeres que poblaron esta tierra insular. En la filosofía bereber existencialista sigue presente el mito del universo caracterizado por una organización "cósmico-natural" que refleja el orden cósmico del poder celestial. Por ello, la evolución depende del movimiento de las estrellas no del hombre ni de la mujer.
La vida social se basa en un modelo de apoyo mutuo que requiere una base familiar sólida, aceptar las responsabilidades de unos y otros, que se extiende a través de toda la comunidad. La diferencia entre los géneros y sus diversas tareas y funciones no dan lugar a una relación de poder entre hombres y mujeres. Las mujeres se convirtieron en los guardianes de la cultura. Las sociedades matriarcales son siempre matrilineales, y en estas sociedades los medios de subsistencia están en manos de mujeres. El hombre tenía como dedicación el cuidado de los animales.
La alfarería actual en la Kabilia bereber argelina es totalmente creada por mujeres. Sus diseños son codificados con signos secretos que contiene una antigua cosmología de conocimiento sagrado femenino, transmitidas de madre a hija. No podemos asegurar lo mismo para el pueblo awara, pero seguro que no estamos muy lejos. Los antiguos habitantes de la isla de La Palma modelaron vasijas de barro con formas y decoraciones originales: combinando rayas, semicírculos, puntos… producto de una evolución propia, en base a sus creencias religiosas. La más parecida es la de Gran Canaria. Las artes tradicionales como la cerámica, insisten en ritos y prácticas que sirven para construir y contribuir a las mágicas relaciones y la unidad de géneros. Para fabricar la cerámica, la mujer bereber no usaba ni rueda ni horno. Las piezas se modelan a mano y son cocidas al aire libre en agujeros excavados en el suelo. Los motivos geométricos que decoran las piezas llevan un significado simbólico cuyo origen se remonta a la época neolítica y estuvo presente en todos los continentes. La funcionalidad y la belleza de estos objetos se incrementan por su dimensión sagrada atemporal. Reunir la variedad de objetos existentes nos permite observar que los mismos patrones geométricos se van repitiendo con las variantes dada por cada alfarera. Estos motivos fueron transmitidos a través de los tiempos de acuerdo a un poder mágico-religiosos como es la preservación de sí mismo y de las especies, la fertilidad de la tierra y el hombre, representaciones del sol y la tierra, ritos de muerte, magia de protección, talismán contra los malos espíritus, etc. Hoy en día, su significado concreto se ha perdido.

sábado, 3 de mayo de 2008

Viajar en el tiempo y desvelar secretos de una antigua identidad

Andando hacemos identidad, profundizando en el conocimiento acerca del pensamiento y la vida de nuestros antepasados los awara, también hacemos identidad.

"Detrás del principio de la búsqueda
está la puerta del Sol.
Después de tantos caminos andados,
ahora se lo que soy".
…………………………….
"Busqué lo que tantos hombres buscaron
por los siglos de los siglos, amén.
Ahora se que la eternidad
unifica al Sol y al mar".
…………………………………….
"Se puede atravesar la puerta del misterio y ser eternidad".

Carlos Catana

viernes, 28 de marzo de 2008

Los solsticios, las puertas del cielo

Majestuosa aparición solar por Roque Chico durante el solsticio de invierno

Ya no tenemos ninguna duda, la religión awara está relacionada con el ciclo del año; esto es, con una representación a nivel cosmológico de las creencias en el ciclo del nacimiento, vida, muerte y renacimiento.
Los solsticios son los momentos del año en los que la posición del Sol sobre la esfera celeste alcanza sus posiciones más boreales o australes. Marcan los dos puntos de la esfera celeste en la que el Sol alcanza su máxima declinación norte y su máxima declinación sur con respecto al ecuador celeste. La existencia de los solsticios está provocada por la inclinación axial del eje de la Tierra. En esos momentos la longitud del día y la altura del Sol al mediodía son máximas (en el solsticio de verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) comparadas con cualquier otro día del año.
Los solsticios determinan las dos grandes fases en que la naturaleza ofrece los cambios y contrastes más notables y opuestos: fenómenos sorprendentes siempre admirables que, bajo distintas formas y alegorías, han conmemorado todos los pueblos. Desde siempre, el hombre se ha dado cuenta que desde un punto fijo, a lo largo del año, la posición del Sol no es la misma, cambia y se mueve hacia el sur o hacia el norte, indicando el incremento o decrecimiento del largo de los días.
La humanidad, desde los más remotos tiempos, descubrió que el firmamento tenía dos puertas, una al norte y otra al sur, las mismas que servían al Sol de límite al curso de su aparente recorrido por la bóveda celeste, para dar lugar a los solsticios de invierno y de verano. Está confirmado en las antiguas civilizaciones e incluso en pueblos nómadas como los beréberes.
Hemos heredado complejas metáforas astronómicas, que representan a la vez figuras arquetípicas, conocimientos que han perdurado y han sido transmitidos a la humanidad a través de muy diversas vías, como el arte, los mitos y leyendas de los pueblos del mundo. Y lo hemos encontrado en la arqueología canaria por medio de la ubicación y disposición geográfica de sus santuarios.
El cosmos necesita renovar periódicamente su propia vida. Siempre de acuerdo con su cosmología, es el monumento solar el que dicta la orientación de todos los otros. El Sol, en su marco celeste, era el principio divinizado que marcaba de modo indeleble y absoluto el pensamiento religioso.
Los seres humanos en épocas prehistóricas construyeron los monumentos para conmemorar los solsticios de invierno y verano en todo el mundo. En particular la observación de la posición aparente del disco solar en el transcurso del año permitió establecer una relación, temporal y espacial, entre accidentes del horizonte local y varias fechas de gran importancia astronómica y religiosa.
La geografía física es entendida desde la perspectiva solar. La orientación se basa en el eje donde nace y muere el Sol durante los solsticios. Es una forma de organizar el espacio basado en el tiempo y viceversa. Tiempo y espacio en la misma unidad.
La existencia de actividades relacionadas con el solsticio es universal. En esencia, la presencia de alineaciones análogas en sitios similares puede rechazar la hipótesis de alineaciones astronómicas, no intencionales, con un alto nivel de confianza.
El solsticio de invierno, marca el momento en que el tiempo se detiene; el presente se manifiesta en un instante de eternidad, absorbiendo el pasado que ya no existe y el futuro que todavía no existe. Es la puerta de la diosa madre Abora. En la isla de La Palma lo podemos confirmar en los amontonamientos de piedras que se encuentran en las cumbres de la Caldera de Taburiente. No puede ser de otra manera puesto que esos espacios altos son del dominio de los dioses.
El solsticio de verano, es la culminación del trayecto solar hacia la puerta norte. En un principio se creía que el Sol no volvería a su esplendor total, pues después de esta fecha, los días era cada vez más cortos. Por esta razón, fogatas y ritos de fuego de toda clase se iniciaban en la víspera del pleno verano para simbolizar el poder del Sol y ayudarle a renovar su energía. Se encendían fogatas, se organizaban procesiones con antorchas, a menudo se bailaba y saltaba alrededor del fuego para purificarse y protegerse de influencias demoníacas y asegurar el renacimiento del Sol. Creemos que en Canarias sucedía algo parecido. Esta era la puerta de los hombres, por eso en La Palma se construyeron unos santuarios de cazoletas y canales sobre soportes de tosca que siguen una dirección determinada hacia la puerta del verano, en los que se ritualizaba el alimento líquido que se ofrecía a Abora. Este tipo de yacimientos se fundaron en las zonas costeras, en los dominios de los poblados permanentes.
“Los solsticios aparece aquí como los ejes en torno al cual rueda el entero universo, el axis mundi . Plinio, por ejemplo, emplea la expresión cardo anni para indicar el solsticio, o sea, el punto celeste que es propiamente el “gozne” de la rueda cósmica. Representa circum, “en torno”, cosa que nos da el término annus para “circulo”, “anillo”, para indicar el movimiento circular del tiempo transcurrido por sus doce estaciones.
La función de axis mundi es importante y nos envía al carácter primordial de dios, a la “unicidad”. Todo ello tiene una evidente ligazón con el simbolismo del año, más precisamente con las dos mitades del año obtenidas por la intersección de una ideal línea axial que delimita las dos “puertas del cielo”, los “”sacrificios" de los que hablaba Ovidio en Fastos, I, 125.
Para comprender bien este punto hay que recordar que el ciclo anual se especifica en los dos momentos fundamentales del recorrido solar, el descendente, desde el solsticio estival hasta el invernal, y el ascendente, del solsticio invernal al estival, según un ciclo que indefinidamente retoma tal vicisitud cósmica.
Los semiperíodos así obtenidos constituyen las dos mitades del año. Los atributos de los símbolos ligados al Sol no son otra cosa que una especificación “personalizada” de ese ciclo” (www.euskalnet.net/graal/danajano.htm).
Esto explica también, desde el punto de vista de su significación cósmica, las palabras de San Juan Bautista, cuyo nacimiento coincide con el solsticio estival: "Él [Cristo, nacido en el solsticio de invierno] conviene que crezca, y yo que disminuya". (San Juan, III, 30.)
Refiriéndose al hemisferio norte, decía Renè Guénon, a mediados del siglo pasado, en Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada: “Hemos dicho que las dos puertas zodiacales, que son respectivamente la entrada y la salida de la “caverna cósmica” y que ciertas tradiciones designan como “la puerta de los hombres” y “la puerta de los dioses”, deben corresponder a los dos solsticios, debemos ahora precisar que la primera corresponde al solsticio de verano, es decir, al signo de Cáncer, y la segunda al solsticio de invierno, es decir, al signo de Capricornio”.
La tradición cristiana retoma a Juno romano (solsticio de invierno) como Señor del Tiempo y dueño de las llaves que abren las puertas de la iniciación a los humanos, figurado en San Juan (solsticio de verano). Es fácil comprender, entonces, que las llaves de Jano son en realidad aquellas mismas que, según la tradición cristiana, abren y cierran el “Reino de los cielos”, con dos llaves, una de oro y otra de plata, que eran también, respectivamente, la de los “grandes misterios” y la de los “pequeños misterios”. En el imperio romano, la personificación del concepto era el dios Janus, cuyo nombre significa “puerta”. Posteriormente, en la tradición cristiana, esa alegoría la representó San Pedro.
En La Palma, las dos puertas solsticiales están separadas por casi 60º de arco. En las cumbres de la Caldera de Taburiente, desde Fuente Nueva (Garafía) hasta Pico Palmero (Tijarafe), se encuentran algunas de estas puertas en aquellos lugares precisos donde se encuentran los axis, ejes o puntos sagrados por donde penetrar (señalados en el espacio mediante amontonamientos de piedras).
De todo esto sabe mucho también la masonería, cuya base de conocimiento se esconde tras las puertas del cosmos. Estos datos recopilados constituyen un acicate para la investigación de los masones interesados en incrementar el caudal de sus conocimientos. Un ejemplo clarísimo son las famosas pirámides de Guimar (isla de Tenerife), construidas por un masón en el siglo XIX.

Primer rayo de Sol durante el solsticio de invierno desde los amontonamientos de Cabeceras de Izcagua I

viernes, 21 de marzo de 2008

Marcador astronómico solar de Cabeceras de Izcagua (Garafía)

Esto es un adelanto de uno de los descubrimientos más importantes de la prehistoria insular.

Después de varios años de trabajo, el proyecto "Iruene-La Palma" ha podido demostrar las alineaciones de amontonamientos de piedras con los momentos del orto solar durante los solsticios y equinoccios sobre las cumbres de la Caldera de Taburiente, confirmando la existencia de un marcador astronómico solar, a 2.100 m de altitud.

"abrir la puerta nos permitió entender"

"donde se abren las puertas del cielo"

miércoles, 19 de marzo de 2008

¿Hacia donde miran los grabados rupestres de La Palma?

”Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen: "no veo nada" . Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo” .

Estas palabras de Dan Sperber resumen las nuevas formas en la investigación de nuestra prehistoria, vienen a sintetizar el camino o la tendencia de una contemplación que va más allá de las ideas preconcebidas de los expertos, gracias a la capacidad de mirar la realidad sin prejuicios. Si bien la experiencia capacita para evaluar adecuadamente una nueva propuesta, a su vez está también más condicionado por esa misma experiencia para sugerir ideas nuevas. La confianza excesiva en la experiencia provoca que la realidad cristalice como el hielo y nos resulte difícil cambiarla.
Se ha perdido mucho tiempo describiendo los tipos de soportes, las formas geométricas dibujadas en las rocas, la técnica de ejecución, el tipo de picado, la profundidad, la anchura de las espiras… En definitiva, el envoltorio, sin mirar el contenido, lo que proyectan esas manifestaciones rupestres.
E n la isla de La Palma se contabiliza ya más de 300 estaciones de grabados rupestres, con más de 11.000 motivos de formas geométricas. El análisis de estudio, como es obvio, lo hemos basado en los depósitos ejecutados sobre soporte fijo, aquellos que no han sufrido ningún desplazamiento de su posición original, abarcando casi dos tercios (un 70 %) del total de las estaciones rupestres.
El proyecto “Iruene-La Palma” ha entrado en la penumbra del misterio pudiendo confirmar la existencia de un principio o sistema coherente de orientaciones de estaciones rupestres que lo rigen de una manera casi absoluto (A) con tres excepciones (B, C, D):
A. Las puertas del cosmos, los cuatro puntos cardinales, coincidentes con la salida y la puesta de Sol durante los solsticios (noreste/sureste/suroeste/noroeste). Suponen más del 99 % de los casos, correspondiendo aproximadamente un 70 % al solsticio de invierno y un 30 % al solsticio de verano.
B. La dirección equinoccial apenas está presente en dos lugares, con sendos paneles verdaderamente espectaculares. Uno de ellos se encuentra en el Lomo de La Fajana (El Paso) como parte de un compartimento, con un número importante de motivos espiraliformes, meandriformes y circuliformes, que mira en la dirección por donde se pone el Sol durante los equinoccios. El segundo caso lo encontramos en el Roque Teneguía (Fuencaliente), mediante un bloque de piedra alargado y estrecho, de 5,10 x 0,40 m, totalmente relleno con más de 10 petroglifos meandriformes y espiraliformes que sigue una clara alineación con el lugar exacto por donde sale el Sol en los equinoccios.

Laja rellena de petroglifos en Roque Teneguía (Fuencaliente) que alarga su destino hacia la salida del Sol durante los equinoccios
C. Con algunas montañas emblemáticas de la Isla como Pico Bejenado (El Paso), desde el Lomo de La Fajana y El Cementerio, y Pico de La Nieve (Santa Cruz de La Palma), desde el santuario rupestre de la Erita.
D. Al cielo. En algunos de estos “templos al aire libre” donde se concentran abundantes grabados rupestres, podemos localizar ciertos petroglifos que se sitúan sobre la cara de la roca que mira en la vertical (entre otros, La Erita, Cabeceras de Izcagua o Las Lajitas, en las cumbres de La Caldera).
Estos tres últimos casos (B,C,D) suponen menos del 1 % del total de las orientaciones.
Los grabados rupestres de La Palma, realizados en otros tiempos, son para disfrutarlos, vivirlos, sentirlos, siendo difícil explicar a otros su significado. Fuera de lugar, los significados están muertos. Si no somos capaces de llegar a establecer una definición cerrada y definitiva, pues la evanescencia del símbolo no se deja atrapar en una fijación y delimitación conceptual, a lo mejor si que podemos encontrar un diálogo, los principios y el sistema coherente que lo rigen.
La terrible variedad de significados que los arqueólogos han dado a los grabados rupestres de Canarias son verdaderos “castillos en el aire”. No se ha tenido en cuenta la mentalidad antigua, la representación de un conocimiento sociocultural mítico. Los símbolos enmascaran y revelan, esconden y manifiestan; no significan por sí mismos y se manifiestan como centro sagrado constitutivo de la identidad colectiva que proporciona interpretaciones del mundo de tipo cosmológico que sólo podemos observar desde los propios yacimientos.
Artículo publicado en el periódico "La Voz de La Palma" nº 298. Marzo de 2008.

lunes, 10 de marzo de 2008

El tratado de la prehistoria desde la sociología

Como han podido comprobar los que se han acercado a nuestro trabajo, los campos científicos que toman como punto de partida el estudio del hombre son variados, aunque cada uno de ellos haga diferente énfasis sobre sus diversos aspectos. Los resultados obtenidos son compatibles y se necesitan unos a otros.
Partimos, entonces, del sencillo supuesto de que nunca una sola variable explicaría la totalidad. Ninguna corriente o campo de investigación tiene la exclusividad sobre los conocimientos del hombre prehistórico.
Superado este mal, avanzamos presentando descripciones y definiciones desde la crítica científica; esto es, aportando datos. Ahora bien, estos fundamentos nunca serán concluyentes, porque no pueden serlo en la ciencia prehistórica que constantemente mejora los resultados con nuevos descubrimientos o nuevas metodologías de trabajo, revisando y mejorando los resultados, corrigiendo y reescribiendo textos; esto es, incorporando lo que vas aprendiendo con el tiempo. De hecho, los conceptos y los modelos los vamos refinando a medida que avanzan nuestras pesquisas sobre los datos.
Una de las ciencias que nos puede aportar metodologías de trabajo y nuevas conclusiones en condiciones mínimas de empirismo es la sociología. Sus teorías no están vacías, sino que surgen de la crítica, estableciendo pruebas sólidas. Los seres humanos son animales que necesitan comunicar mediante símbolos, invocar nociones abstractas –mitos, creencias, conceptos- y especular sobre las causas de los fenómenos. Toda cultura puede estudiarse como un sistema, conjuntos dinámicos que deben adaptarse al medio físico, social y cultural, etc. Esto da lugar a culturas (Canarias) y subculturas (awara) que no siempre coinciden en todo, pues incorporan elementos diferenciados.
Ciertas áreas como la religión prehispánica canaria han sido tratadas con evidente negligencia al no tenerse en cuenta aspectos valorados por la sociología como los cognitivos, valores y normas comunitarias de esos pueblos. Debido al arrogante etnocentrismo, tradicionalmente la investigación académica canaria ha infravalorado la capacidad creativa y de conocimientos de nuestros ancestros prehispánicos.
En su “sociología” escribe Salvador Giner (1980) que por medio del proceso de socialización el hombre recibe un bagaje cultural de actitudes, reacciones, valoraciones, imágenes y creencias, sin que en ello haya por su parte deliberación sistemática, pues su versión del mundo le es transmitido socialmente y se anclan en la conciencia del hombre. En el caso de las creencias, a la sociología le interesan por dos razones: primero, porque son representaciones colectivas; segundo, porque determinan la acción social, la cohesión social y otros modos de conducta humana. Las creencias implican siempre una fe, o sea, la interiorización de valores, nociones e imágenes sobre la naturaleza del universo. Esto significa que las creencias son poseídas sin examen racional y que son sentidas emocionalmente.
Los sociólogos creen que cada religión define su propia área de lo sagrado y lo que queda fuera es profano (en nuestro caso concreto de la isla de La Palma ese espacio negativo se localiza en las alturas de Cumbre Vieja). En consecuencia, toda religión supone una división del mundo –real e ideal- en esas dos zonas opuestas.

Cumbre Vieja

La religión también se manifiesta al observador por medio de acciones sociales como el ritual cuya referencia o representación es el mito. Sociológicamente el mito es una creencia sobre acontecimientos sobrenaturales.