grabados rupestres

donde se unen la tierra y el cielo

donde se unen la tierra y el cielo
En La Palma, la arqueología y la astronomía han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, para coincidir en una misma dirección, interrelacionando las observaciones hasta confirmar la importancia de los atros entre los antiguos habitantes de Benawara.
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)

"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).





miércoles, 27 de mayo de 2009

astronomía y barbarie antigua

La astronomía, entre las culturas antiguas, estaba estrechamente vinculada a la vida cotidiana de la comunidad y desempeñó un papel fundamental en la política, los eventos sociales, las actividades religiosas, el calendario, etc. Ahora bien, determinar los efectos de la astronomía en culturas prehistóricas puede ser una tarea difícil debido a que hay muy poca documentación en relación con las prácticas religiosas. En muchos casos, los pueblos nativos practican la astronomía a simple vista, lo que deja pocas pruebas, excepto para los conocidos procesos, que no son pocos, en los que se han registrado tomando forma de amontonamientos de piedras, canales, cazoletas y grabados rupestres (isla de La Palma, Canarias).
La construcción de marcas sobre el terreno no se debe al azar, se estructuraron según un modelo preestablecido hasta configurar un sistema. ¿Qué vieron los awara en el cielo tan significativo? Pues, la movilidad rítmica y cíclica de los principales cuerpos celestes -el Sol y la Luna-, mientras que el resto de astros y estrellas presentan enormes dificultades a la hora de ubicar referencias en el suelo. Las estrellas cambian de posición con frecuencia.
¿Cómo lo materializaron en la tierra? ¿Cómo registraron estos eventos astronómicos? Preguntas muy complicadas para las que tenemos respuesta en la isla de La Palma. Ahora entra en acción el propio paisaje y el medio ambiente que los envuelve; esto es, el espacio y la conceptualización del tiempo, siempre disponible por su rítmico movimiento. A ello, le unimos el componente ritual que conlleva toda construcción y el monumento se convierte en un espacio sagrado en el que reafirmar o establecer la religación con el orden natural. Rituales que se repiten en determinados momentos, capaces de reforzar la construcción de su visión del mundo. Precisamente, la celebración de los solsticios, entre otros, es ineludible para reforzar el entendimiento del tiempo y el restablecimiento del orden universal. Todo se repite en un eterno retorno.
Atkinson (1974) sostiene que los movimientos del Sol y la Luna habría sido especialmente importante a los primeros agricultores que dependen de la comprensión del cambio de las estaciones con el fin de mantener sus cultivos. Asimismo, sostiene que los pastores antiguos gastaban gran parte de su tiempo en movimiento con sus rebaños, alcanzando una profunda familiaridad con los movimientos del cielo. Lo mismo sucedería con los cazadores-recolectores (Chelsee Arbour, http//pseudoarchaeology.org/a07-arbour.html).
Algunos siguen manteniendo imaginariamente, por fortuna cada vez menos, que los antiguos canarios se encontraban en un período de barbarie, muy atrasados tecnológica y culturalmente: no estaban interesados en la astronomía, no registraron inusuales acontecimientos o fenómenos astronómicos, eran poco sofisticados y no reconocen sus lugares de significado astronómico, no controlaban la naturaleza, ni tenían un sistema de creencias que operara en otros niveles de conciencia, los objetos no podían ser sagrados ni tener múltiples significados. Creen que después de la conquista castellana se perdieron los conocimientos, se erradicaron las prácticas y las creencias religiosas. Todo significado desapareció.
¡Nada más lejos de la realidad! El que no se vea reflejado en todo esto que acabamos de decir, debe aportar respuestas, soluciones y no quedarse en las fichas de campo (en la descripción sin reflexión).