Esta espiral se encuentra en una cota aproximada a los 2.000 msnm. Tan sólo la hemos visto una vez, en el momento en que estábamos realizando un trabajo de catalogación de cavidades volcánicas del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. Gracias a la pericia de Eduardo (miembro del personal de Parques en La Palma) quien nos acompañó en el descenso desde la cumbre hacia el interior de La Caldera, por el Barranco de Marangaño, pudimos llegar al Morro de Las Sabinas (cuyo topónimo obedece a la abundante presencia de grandes cedros). El trayecto es algo complicado por la fragilidad y lo abrupto del terreno.
El entorno no puede ser más espectacular, rodeado de las imponentes paredes internas de la Crespa (Puntagorda) y las vertiginosas caídas con paredes verticales de más de 400 m.
El grabado rupestre, de unos 40 cm de diámetro, se sitúa sobre un saliente rocoso, concretamente en la pendiente S/SO; esto es, mirando a la puesta de sol en el momento del solsticio de invierno.
donde se unen la tierra y el cielo
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)
"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).
"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada"
viernes, 2 de noviembre de 2007
Petroglifo del Morro de Las Sabinas (El Paso)
Publicado por Miguel A. Martín González en 7:50
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