grabados rupestres

donde se unen la tierra y el cielo

donde se unen la tierra y el cielo
En La Palma, la arqueología y la astronomía han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, para coincidir en una misma dirección, interrelacionando las observaciones hasta confirmar la importancia de los atros entre los antiguos habitantes de Benawara.
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)

"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).





lunes, 8 de octubre de 2007

Las estaciones rupestres de Buracas (Garafía)

Artículo publicado en "La Voz de La Palma" (octubre 2007)

El topónimo buracas es un portuguesismo que significa “agujero”, tanto como abertura de una cueva como una hendidura en el terreno. Este último es el caso de un espacio perteneciente al barrio de Las Tricias, en la cuenca del Barranco del Corchete, a modo de caboco (sentido de concavidad en el terreno a modo de tajo provocado por la erosión del agua).
Es un lugar muy bello y rico en manifestaciones geológicas y vegetales, entre los que destacan los majestuosos dragos. Zona marginal, bien conservada que atesora otros elementos introducidos por el hombre a lo largo de más de 1.500 años. Por ello, el Cabildo de La Palma está elaborando un proyecto para crear un centro de interpretación del mundo aborigen y etnohistórico debido, precisamente, a la gran riqueza arqueológica y etnográfica que presenta el lugar. Asimismo, el Ayuntamiento de Garafía está trabajando en la declaración de esta zona arqueológica como Bien de Interés Cultural (BIC).
Tenemos a ambos lados dos molinos. Justo en el mismo caboco donde está la zona arqueológica más importante, que es el poblado de cuevas con las estaciones de grabados rupestres, hay unos lavaderos que hoy están cubiertos por la vegetación. También hay dos fuentes y cuevas artificiales. Sin embargo, lo que está claro es que el grado de importancia se lo dan las dos estaciones rupestres situadas a ambos lados del caboco.
Buracas I se sitúa en una cornisa de basalto en la margen izquierda del barranco. Está compuesta por 8 paneles, algunos de un tamaño considerable, con motivos geométricos (meandros y espirales), realizados mediante la técnica de picado continuo habitual del pueblo prehispánico de la isla de La Palma. Uno de ellos, un espiraliforme, se realizó en una pared de toba volcánica. Si nos fijamos bien en los soportes donde se grabaron los petroglifos nos daremos cuenta que llevan dos orientaciones predeterminadas, la primera coincide en seis ocasiones con el ocaso solar durante el solsticio de verano y, la segunda, en dos ocasiones con la caída de sol durante el solsticio de invierno. Buracas II se encuentra prácticamente en el mismo borde del sendero de la margen derecha del barranco. Formaba parte de un roque que se desplomó, desprendiendo los grabados en rocas de diferente tamaño, algunas de basalto y otras de toba amarillenta. Hay, al menos, 5 piedras grabadas con motivos espiraliformes, circuliformes y meandriformes, con la misma técnica de picado. No sabemos si alguna de las otras rocas podrían estar grabadas en las caras que quedaron a cubierto boca abajo.
Por último, en este espacio, en la pared de basalto, existe un grabado de círculos concéntricos que no pertenece al período prehispánico. Fue realizado históricamente intentando imitar la técnica y las formas aborígenes.

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