grabados rupestres

donde se unen la tierra y el cielo

donde se unen la tierra y el cielo
En La Palma, la arqueología y la astronomía han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, para coincidir en una misma dirección, interrelacionando las observaciones hasta confirmar la importancia de los atros entre los antiguos habitantes de Benawara.
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)

"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).





lunes, 18 de febrero de 2008

Interpretación hermenéutica del simbolismo de los grabados rupestres awara

La hermenéutica (del griego ερμηνευτική τέχνη, hermeneutiké tejne, arte de explicar, traducir, o interpretar) viene a esbozar un proyecto de compensación del incapacitado racionalismo occidental para buscar el sentido, motivo último de la búsqueda hermenéutica. En consecuencia, recurrimos a la interdisciplinariedad para acercarnos al mecanismo cognitivo que participa en la construcción del conocimiento y en el funcionamiento de la memoria. La hermenéutica, el conocimiento, no podrá ya limitarse a la observación, la numeración, la clasificación o la mera descripción arqueológica, sino que deberá postular con rigor un nuevo modo de pensar, de investigar y dar sentido a la pluralidad de la experiencia humana. Esta hermenéutica es para nosotros un estilo de vida que nos abre a otros mundos y a otras racionalidades, desde lo particular a lo global; deja más espacio a la creatividad, a un imaginario que como proyecto denominamos “Iruene-La Palma”.
Cuando hablamos de la significación de un símbolo debemos operar en varios sentidos, niveles o campos, todos válido e interrelacionados, pues el símbolo es una figura (por ejemplo, un grabado rupestre) que genera ideas y se vincula a un sentido que se manifiesta, se encarna en y por la imagen. De este modo, se transfigura y constituye el modelo mismo de la mediación de lo eterno en lo temporal, lo cual lo convierte en teofonía. Con palabras de Luis Garagalza* “constituye un mundo en el que el tiempo está detenido, embalsamado y embalsado, absorbido por el espacio… Se ubica plenamente en la inmediatez del instante. Cada imagen se multiplica en el espacio engendrando un lujurioso enjambre de imágenes isótopas”. Es la imagen de una cadena cuyos eslabones se unen y suceden unos tras otros. Debemos asimilar que a través de la figura se manifiesta un sentido; se da una pregnancia, una homogeneidad.
El símbolo es muy importante para un pueblo preaxial como el awara, requiere de la intervención del hombre, pero no se deja imponer la interpretación. Se resisten a una interpretación apresurada y superficial. Dice y no dice. “Nunca se da a comprender de forma definitiva: aparece cada vez que una conciencia es llamada por él a nacer, es decir, a erigirlo en la cifra de la propia transmutación” (H. Corbin).

La terrible variedad de significados que los arqueólogos han dado a los grabados rupestres de Canarias son verdaderos “castillos en el aire”. No se ha tenido en cuenta la mentalidad antigua, la representación de un conocimiento sociocultural mítico. Los símbolos enmascaran y revelan, esconden y manifiestan; no significan por sí mismos y se manifiestan como centro sagrado constitutivo de la identidad colectiva que proporciona interpretaciones del mundo de tipo cosmológico. Entonces, cualquier estudio o aproximación de una obra u objeto ritual, deberá hacerse con una referencia última al mito que subyace oculto en su fondo. Así pues, sólo un método basado en la convergencia de los símbolos en torno a ciertos núcleos organizadores consigue captar su significación.

Para nosotros hoy, el símbolo es la representación de una realidad inteligible. “La hermenéutica espiritual nunca puede estar conclusa porque el símbolo es inagotable, ya que tiene que ser asumido y cumplido por cada intérprete que intenta desvelarlo. Existirá un sentido oculto siempre que exista un exegeta que cumpla el sentido del símbolo. Así, pues, el símbolo se personaliza ya que se asume complicándose con su contenido. Frente a la abstracción alegórica, el símbolo es vivido por el que lo interpreta confiriéndole características personales al símbolo mismo” (José Antonio Antón, www.geocities.com/antologia_hermes/107anton.htm).
Los grabados rupestres de La Palma, realizados en otros tiempos, son para disfrutarlos, vivirlos, sentirlos, siendo difícil explicar a otros su significado. Fuera de lugar, los significados están muertos. Si no somos capaces de llegar a establecer una definición cerrada y definitiva, pues la evanescencia del símbolo no se deja atrapar en una fijación y delimitación conceptual, a lo mejor si que podemos encontrar un diálogo, los principios y el sistema coherente que lo rigen. En estos momentos, en nuestra isla de La Palma lo tenemos al alcance de la mano: los awara buscaron deliberadamente aquellos soportes (piedras) cuyas superficies están orientadas hacia las posiciones extremas del Sol (solsticios), marcando los cuatro pilares del cosmos, donde nace y muere simbólicamente la Gran Madre Sol cada 21 o 22 de junio y diciembre.
Hermes Trismegisto, antiguo maestro egipcio, en su obra “Corpus Hermeticum”, señala que “Egipto es la imagen del cielo y la proyección en este mundo, de todo el ordenamiento de las cosas celestes”. Esta descripción de una génesis y una cosmogonía de modelo original guarda una clara similitud con lo que estamos revelando en la isla de La Palma. No se trata de ninguna irracionalidad; detrás de su destino manifiesto se esconde otras significaciones ocultas. ”Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen . Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo” (Dan Sperber, 1988).
Todo aquel que quiera encontrar respuestas en la simbología de los grabados rupestres debe saber que su interpretación depende del contexto religioso, las réplicas están en otra parte. Para dar más pistas, en el cosmos.
Sólo a partir de aquí podemos seguir avanzando.

* Garagalza, L. (1990): “La interpretación de los símbolos”. Antropos.
- Sperber, D. (1998):”El simbolismo en general”. Antropos.

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