grabados rupestres

donde se unen la tierra y el cielo

donde se unen la tierra y el cielo
En La Palma, la arqueología y la astronomía han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, para coincidir en una misma dirección, interrelacionando las observaciones hasta confirmar la importancia de los atros entre los antiguos habitantes de Benawara.
“adoraban al Sol, la Luna y otros planetas” (Alvise Ca’da Mosto, 1455-1457)

"Quienes tratan de interpretar símbolos en sí mismos miran la fuente de luz y dicen:"no veo nada". Pero la fuente de luz está ahí no para que se la mire a ella, sino para que se mire y vea lo que ella ilumina. E igual pasa con el simbolismo" (Dan Sperber).





domingo, 10 de febrero de 2008

La conexión de los símbolos

Abordar un tema como este rodeado de un ambiente académico y universitario basado exclusivamente en el materialismo histórico, es hacer el ridículo. Sin embargo, los recientes avances en el conocimiento del pensamiento antiguo en Canarias nos obligan a modificar los métodos y los resultados de los trabajos arqueológicos. Desde que reinventamos una interpretación por medio del penetrante trabajo de campo, contemplado con otras ópticas ecológica, paisajística, antropológica, filosófica, geográfica, histórica de las religiones, astronómica y otras ciencias sociales, alcanzamos la conciencia que el proceso del conocimiento es nuestro destino como comprensión del mundo (o de su sentido) a través de sus expresiones culturales y simbólicas, alrededor de las cuales todo se organiza.
La mentalidad moderna sigue una línea de razonamiento que se remonta desde los efectos hasta sus causas materiales, mientras que los antiguos, poseedores de una lógica o método de pensamiento diferente, buscaban la razón en el mundo espiritual.
Las cosas no son lo que aparentan. Los símbolos (tan presentes en la isla de La Palma) intentan definir una realidad abstracta, sentimientos o ideas, bajo la forma de imágenes u objetos. Estos símbolos son una explicación del mundo (su mundo). Para decirlo como Henri Corbin, “anuncia un plano de conciencia diferente a la evidencia racional, es la esfera de un misterio, el único medio de decir aquello que no puede ser aprehendido de otra manera, no está jamás explicado de una vez por todas, siempre ha de ser de nuevo descifrado”.
Los módulos y canales a través de los que nos comunicamos son muy dispares y complejos. Para llegar a los dioses, los humanos realizan diversas acciones expresivas directas que funcionan como señales, signos y símbolos. En otras ocasiones el vínculo es indirecto (obras de arte arquitectónicas, escultóricas o pictóricas).
Los signos -en nuestro caso amontonamientos de piedras, grabados rupestres, canales y cazoletas- no se presentan aislados, como muchos todavía parecen creer; forman parte de un conjunto que funcionan dentro de un contexto cultural específico. Por eso, transmiten información cuando se combina con otros del mismo contexto. Sólo entonces, cuando un signo representa a otro, se convierte en símbolo. En La Palma están estandarizados, son armónicos, paradigmáticos. El mecanismo que hemos descubierto parte de un concepto previo en la mente del awara que sirven de representaciones de las ideas metafísicas. Por eso, se le busca relación con una imagen sensorial (objeto o acontecimiento) y viaja hacia el objeto del mundo exterior deseado:

amontonamiento de piedras ------------ montaña ------------ diosa Sol
grabado rupestre------------- solsticios --------------- diosa Sol
canales y cazoletas ------------ solsticio de verano --------- diosa Sol

Todos se agrupan como conjuntos y sus significados dependen de su distinción. Dan una respuesta determinada por la cultura.
Tenemos conciencia de una gran dificultad en todas estas cuestiones, y es que estamos tratando con objetos y acciones que conectan con el mundo exterior. En el núcleo de la cuestión está el reconocimiento de que el hombre es mortal. Reconocemos nuestra impotencia y, por eso, acudimos al otro ser, al otro espacio y al otro tiempo. La práctica religiosa es una respuesta a este interrogante.
Vamos a dar respuesta sencillas a dos preguntas trascendentales: ¿Dónde está el otro mundo? los awara buscaron la respuesta en el cielo. En consecuencia, ¿dónde están las conexiones? en los santuarios dispersos por la Isla. El templo es el centro del mundo, correspondiendo al tiempo y al espacio la necesidad de su re-creación periódica.
Todos los espacios sagrados awara resumen la génesis de su mundo; por medio de sus vehículos (rocas grabadas, talladas y/o agujereadas, montículos de piedras) se aproximan al cielo, en concreto con el Sol y otros astros, como imágenes ligadas a la idea de creación y resurrección, maquinadas en los momentos extremos del Sol (los solsticios).
El rico simbolismo de los grabados rupestres nos traslada al propio ciclo de la vida, al eterno presente. Así mismo, el simbolismo de los amontonamientos de piedras sólo se puede comprender en relación a la altura (la montaña) y al cosmos. Como ombligos simbolizan la montaña cósmica y marcan el momento (con la primera aparición del Sol de navidad) del renacimiento del nuevo año.

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